100 años de gobierno bielorruso
Cinco de enero de 1919, Bielorrusia vuelve a estar bajo el control de Moscú gracias a las tropas soviéticas, suponiendo de esta forma el fin de la República Popular Bielorrusa y el comienzo del exilio que aún se mantiene en la actualidad.
Conocida como "la última dictadura de Europa" y por sus seguidores como "el último estado socialista", Bielorrusia sigue siendo el gran misterio de Europa, pues cuenta con la singularidad de tener el exilio más antiguo del mundo: la Rada de la República Popular Bielorrusa.
En este periodo, el Imperio Ruso basaba su territorio en la división de una serie de regiones conocidas como "gubernias", y además, el pueblo bielorruso estaba generalmente en las gubernias de Minski, Vilnius, Grodno, Moguiliov y Vítebsk; donde también convivían con otros pueblos rusos, lituanos, polacos y judíos.
Principios del siglo XX, se empieza a planear el movimiento nacionalista
bielorruso, presentando un escaso desarrollo e e influencia en la sociedad
bielorrusa, estando sus apoyos compuestos exclusivamente por intelectuales y
sectores progresistas de la burguesía bielorrusa. Al principio, este movimiento
se va a caracterizar por la demanda de los elementos propios de la cultura
bielorrusa, aunque poco a poco, este irá evolucionando hacia reclamaciones
políticas.
Cae el zarismo tras la Revolución de Febrero
(1917) y como consecuencia, se aumentan las actividades de las organizaciones
políticas bielorrusas, tanto de los nacionalistas como de los bolcheviques(Bielorrusia contaba con su apoyo) y las distintas facciones de la izquierda
rusa. En contexto de la revolución, la Hramada (primer partido nacionalista
bielorruso) apoyará al Gobierno Provisional surgido tras la Revolución de
Febrero, anunciando su intención de crear una autonomia bielorrusa. Se crea el
Consejo Central de Organizaciones Bielorrusas, que defenderán la necesidad de
crear una autonomía bielorrusa, y gracias a él, se aprueba la creación del
Comité Nacional de Bielorrusia, convirtiéndose en el órgano pincipal de
representación del nacionalismo bielorruso. Sin embargo, fracasaron en su
primer intento y se disolvió el Comité y algunas de sus organizaciones.
La población se divide en 2 grupos: por un lado,
los sectores más conservadores y los grandes propietarios, quienes no se veían
representados por los grupos nacionalistas. Por otro lado, el campesinado, los
trabajadores y los soldados, quiénes preferían apoyar a los
bolcheviques debido a sus planes de poner fin a la guerra. Como
consecuencia, tiene lugar la primera ruptura dentro del movimiento
nacionalistas y la creación del Partido Obrero Socialdemócrata de
Bielorrusia, encabezado por Aleksandr Cherviakov.
El 15 de diciembre de 1917, se convoca en Minski el Congreso Pan-bielorruso en
el que participaron la mayor parte de las fuerzas políticas de Bielorrusia,
bolcheviques incluidos, y además, se sumarian también los miembros del consejo
de Vilnius. Durante el Congreso surgieron dos bandos claramente diferenciados,
por un lado estaban los partidarios de la fundación de un Gran Consejo Bielorruso,
como primer paso para la independencia total de Bielorrusia; y por otro lado
estaban los partidarios de una autonomía dentro de un estado democrático ruso,
En ambos casos, el Congreso se oponía al poder del soviet local. Comienza el
enfrentamiento entre bolcheviques y nacionalistas. Ante esta situación, los
bolcheviques y su aliados abandonan el Congreso, quedando este en manos de los
sectores nacionalistas, lo que hace que la balanza se incline a favor de los
partidarios de la independencia.
Pasamos a 1918, cuando el hundimiento de Alemania en la guerra y el inicio dela
Revolución Alemana posibilitaron a los soviéticos invalidar lo establecido en
el Tratado de Brest-Litovsk. Esto es aprovechado por el presidente de la Rada,
Antón Lutkiévich, quien trató de liberarse de la tutela alemana y negociar con
Moscú desde una posición de igualdad como un gobierno de un estado
independiente. A pesar de las negociaciones, los miembros de la Rada
abandonaron Minski en diciembre de ese mismo año ante el avance de las tropas
soviéticas y lanzan un mensaje de lucha contra los soviéticos al pueblo
bielorruso.
No obstante, en febrero de 1919, entran en territorio bielorruso las tropas
polacas alcanzando las principales ciudades y disuelven los comandos militares
bielorrusos a pesar de las protestas de los dirgigentes de estos. La conquista
trajo consigo el intento de aculturar a la población bielorrusa al prohibir su
habla e implantar el catolicismo en una sociedad ortodoxa. Esto provoca dos
bandos nuevamente en la Rada; por un lado aquellos partidarios a colaborar con
los polacos, y por otro lado aquellos que defendían la lucha contra ellos y los
soviéticos, surgiendo de esta forma dos gobiernos: la Rada Popular Bielorrusa
dirigida por Lastovski, y la Rada Suprema, dirigida por Lutkiévich.
Ante esto, los polacos deciden actuar acabando con el gobierno de Lastovski y
con la Rada,
obligándoles a refugiarse en Lituania, pero no contaban con que Lastovski creara un nuevo gobierno bajo la protección lituana en Kaunas. Sin embargo, se crea también un ejército pro-polaco a manos de la Rada Suprema, fundado de esta forma la República Libre Bielorrusa, con el objetivo de emplearlo como oposición contra los bolcheviques.
El 12 de
junio de 1920, se firma la paz entre soviéticos y Kaunas, en la que se reconoce
la autoridad lituana sobre varios territorios reivindicados por el nacimiento
bielorruso, y se establecía que la Rada podría apoyar las actividades de
organizaciones y grupos antisoviéticos. En marzo de 1921, se firma la Paz de
Riga entre soviéticos y polacos, dividiéndose Bielorrusia en dos partes; la
occidental quedaría bajo el control polaco, y la oriental bajo el control
soviético. Esto supuso el fin del apoyo de Polonia y Lituania al nacionalismo
bielorruso.
Caída del gobierno de Lutskiévich por dimisión y
disolución del mismo por falta de apoyo polaco, derrota de la
"República" creada por Bulak-Balajovich por parte del Ejército Rojo;
disolución del gobierno de Lastovski por la falta de apoyo, pero se formará un
nuevo gobierno a partir de los restos de la Rada por las tensiones con el
gobierno lituano.
En 1926, las políticas nacionalistas de Polonia
y Lituania y la nueva política Bielorrusa en la URSS, provoca que muchos
dirigentes bielorrusos simpaticen con la URSS, planteando la posibilidad de
regresar a Bielorrusia e integrarse en el sistema soviético.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la Rada
tuvo que enfrentarse a otro gobierno bielorruso en el exilio, heredero del
gobierno que los nazis impusieron sobre Bielorrusia, siendo una de sus
decisiones más destacadas en este periodo su participación en
organización de las ayudas a Bielorrusia tras el desastre de
Chernóbil de 1986. Se disuelven los gobiernos en el exilio de las
repúblicas ex-soviéticas tras la disolución de la Unión Soviética.
Fue entonces cuando la Rada apoyó la formación del Frente Popular
Bielorruso en un intento de formar parte del proceso de independencia de
Bielorrusia.
En 1993, los miembros de la Rada,
anunciaron su intención de transferir sus competencias a un futuro parlamento
elegido democráticamente, en la celebración del 75º aniversario de la República Popular Bielorrusa. En la actualidad, la Rada mantiene su actividad de
forma similar que durante la Guerra Fría, es decir, apoyan a los grupos opositores
en un intento de provocar un cambio de régimen.
Sin embargo, actualmente no es viable un cambio
de régimen en Bielorrusia, a pesar de los problemas que se le presentan al
dirigente que sigue resistiendo en el poder, Lukashenko, pero esto no significa
la disolución de la Rada, pues ha resistido a momentos mucho peores y ha
persistido.
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