Bancos vs. Bitcoin ¿Quién ganará?
Actualmente, casi todas las transacciones cotidianas involucran a terceros como los bancos comerciales o las entidades de tarjeta de créditos. Al hacer esa transacción, hay un intermediario que mueve el dinero de una cuenta a otra. Por lo tanto, es necesario ese intermediario para que se produzca, siendo imprescindible los bancos. Asimismo, cuando un depositante le encomienda una cantidad de dinero al banco, la titularidad de ese dinero pasa al banco y los depositantes se convierten en acreedores sin garantía ya que no se sabe si en un futuro tendrán la posibilidad de sacar toda esa cantidad de dinero. Esto conlleva a que haya una desconfianza generalizada sobre la confianza fundada en los bancos y entidades financieras. Se puede ver perfectamente reflejado en las crisis financieras. Durante la crisis financiera global, se reveló lo vulnerable que eran algunas instituciones financieras ya que el gobierno de muchos países tuvo que rescatarlas de la bancarrota prestándole dinero de los contribuyentes para que arreglaran sus errores. Además, como los bancos tienen mucho poder en esta sociedad, si estos la lían pueden acogerse a una recapitalización interna sin el consentimiento de sus depositantes ya que la titularidad de ese dinero pasa a ser del banco en el momento que se ingresa en una cuenta. Ante esta problemática (leer más afondo aquí), se empezó a desarrollar un sistema monetario nuevo que revolucionaría el paradigma financiero actual: el Bitcoin.
El Bitcoin se lanzó, por primera vez, en 2009 cuando su creador, bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto, publicó un documento llamado “Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System” donde explicaba qué era y cómo funcionaba (ver documento entero aquí). Se describió como una nueva forma de dinero, una divisa electrónica que solo existía en internet, pudiendo ser al mismo tiempo una moneda y una red de pago, -combinación nunca vista anteriormente-. Ha supuesto una revolución por su sistema descentralizado que permite que se pueda teletransportar de forma gratuita e instantánea el dinero, pudiéndose pagar o recibir un pago de cualquier persona en cualquier parte del mundo. Se ha caracterizado por ser una criptomoneda, moneda digital, en la que se utiliza el cifrado para regular la creación de unidades nuevas y verificar la transferencia de fondos.
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El software que ejecuta el protocolo bitcoin se llama “cartera” y es un monedero digital que almacena bitcoins y permite al titular moverlos de una cartea a otra. Al ser de código abierto, es decir, el código de programación es de libre disposición, se puede contribuir a él y redistribuirlo. Asimismo, el libro de contabilidad público, llamado Blockchain, cadena de bloques, es lo que ha hecho de bitcoin el catalizador de un cambio de paradigma financiero. Los bitcoins se generan mediante un procedimiento llamado minería. Un minero es un individuo o entidad que maneja un ordenador muy potente para resolver un problema matemático complejo denominado bloque. Hay mineros en todo el mundo compitiendo por resolver o cerrar bloques. Si consiguen resolverlo significa que está verificando la integridad de cada una de las transacciones y se le recompensan con bitcoins recién generados. Todas esas transacciones que fluyen por la red bitcoin son piezas de un rompecabeza matemático.
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Cabe
destacar que el bitcoin se relaciona con el oro, el cual es sinónimo de dinero
y de reserva de riquezas. Su extracción va disminuyendo con el tiempo porque es
un recurso natural escaso, luego, ilimitado. Se puede decir que el algoritmo
bitcoin es similar a la extracción del oro. Está programado para que la
recompensa por extraer nuevos bitcoins se reduzca a la mitad cada cuatro años (sistema
llamado “Halving”) hasta llegar al año 2140 en el que se darán todos por extraídos.
Posiblemente se esté intentando imitar los atributos del oro casi como para
crear una moneda de oro digital.
Según el Banco Mundial, hay 2000 millones de personas sin
bancarizar en los países en desarrollo. Esto supone que no pueden ser
partícipes de las novedades de la economía global porque están excluidos del
sistema monetario. El bitcoin, entre sus particularidades, encaja en el nicho
de mercado de los desfavorecidos por la industria bancaria ya que para poder
entrar en la economía mundial solo es necesario tener un móvil y acceso a
internet para instalarse la app correspondiente. De esta manera, cada individuo
tiene la propiedad y el control de sus riquezas y sus finanzas, actuando en nombre
propio sin ningún intermediario.
En 2020, se consiguió por primera vez que entidades financieras y empresas multinacionales emitieran una criptodivisa interna para hacer pagos y transacciones internamente. JP Morgan ha reconocido que las criptodivisas son el futuro y que se está convirtiendo en el oro de la actualidad. Empresas como Facebook y PayPal han conseguido emitir un “stable coin”. Lo lanzan en un régimen de tutela ya regulado y que está autorizado. Estados Unidos, está realizando compras de criptodivisas en PayPal porque en el momento en el que las criptodivisas tengan un uso de medio de pago de consumo masivo, serán el futuro. Hay que decir que, actualmente, no se va por mal camino y ese sistema de pago se puede utilizar para cualquier cosa.
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Como
se ha dicho anteriormente, se ha dado a conocer el mercado sin intermediarios: las
Finanzas descentralizadas (DEFI: decentralized finance). Se presta dinero (criptomonedas)
al tipo de interés que se negocia en el mercado de forma inmediata, eliminando a
cualquier intermediario, haciendo así que desaparezcan debido a los contratos
inteligentes. El paradigma de los contratos inteligentes es el Ethereum. Hay
servicios entre particulares como Maker o Compound. Se puede crear un mercado
de dinero dependiendo del tipo de interés. Estos oscilan entre un 0,1% a un 30%,
aunque cabe destacar que no se suele mantener un alto interés en el tiempo
porque es en función de la oferta y la demanda. Solo se alcanzarán en el pico
de demanda, por lo que, no es permanente. Lo normal podría ser un 5% de
rentabilidad. Además, como esto conlleva un riesgo, se han inventado servicios
de seguros, como Synthetix, para cubrir ese riesgo al comprar algún token.
En
bitcoin, los mineros trabajan para conseguir beneficio. En Ethereum pasa
exactamente lo mismo: los mineros aportan poder computacional para validar
bloques. Se instala un software y se bloquea una cantidad de Ethereum que equivale
a unos 16.000 euros. Conlleva a que te de poder de validación en esa red,
dándote una recompensa del 1.5 al 18% de rentabilidad. Luego el procedimiento
sería: tengo Ethereum, apuesto por ello, bloqueo ese beneficio, me da
capacidad para validar y me da una rentabilidad. Las recompensas son menores
cuanto más validadores hay en la red. Para apostar, se necesita una cantidad
mínima de Ethereum. Si se apuestan menos de 32 Ethereum, el individuo es
eliminado automáticamente de la red. Y para mantener el beneficio que se vaya obteniendo,
se tiene que tener conectada una cartera física a la red constantemente y si se
desconecta, se pierde una parte de los beneficios obtenidos. Ese beneficio está bloqueado y no se
puede sacar del Ethereum. Asimismo, se tiene que tener en cuenta que se está
tomando un riesgo constantemente porque el valor fluctúa. Si sube el precio se
va ganando dinero y, además, con los intereses que paga la red por validar las
transacciones, se gana aún más. Sin embargo, si el precio baja, se pierden.
Ante toda esta revolución, los Bancos Centrales de países como EEUU, Japón, China o, incluso, el Banco Central Europeo, se han visto obligados a cambiar su forma de actuar y están haciendo pruebas con versiones digitales del dinero fiat, es decir, de dinero oficial. El gobierno chino ha emitido unos Yuans digitales para que se avance, aún más, en la economía. Su idea consiste en que los ciudadanos se bajan una aplicación. Cuando estos pasan por determinados sitios de varias ciudades, aleatoriamente, le dan una serie de monedas que luego puede gastar como si fuera dinero tangible. Asimismo, para que el gobierno chino no tenga competencia en la emisión de esas monedas virtuales, se ha prohibido la emisión de criptodivisa en el territorio chino. En el plano europeo, el Banco Central Francés e Italiano están haciendo pruebas con ayuda del Banco Central Europeo (indagar aquí). Su objetivo es encontrar un “stable coin” que sustituya al euro físico. En EEUU y en Japón también están trabajando en lo mismo.
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Este
nuevo enfoque va a revolucionar el comercio porque las transacciones van a ser
inmediatas y, por tanto, mucho más rápidas. Emitir una divisa digital por parte
de un banco central va a suponer un control total de todos los movimientos que
se realicen dentro de la economía acabando con las economías sumergidas, el
blanqueo de capitales y la evasión de impuestos. No obstante, seguramente los
billetes tangibles nunca lleguen a desaparecer (más información aquí), por lo que se creará una economía
paralela. Además, la emisión de criptodivisas no tiene coste para el BC y le
supone el control de toda la masa en tiempo real de su política monetaria.
Sin
embargo, también hay algunos riesgos a nivel exógeno que pueden afectar a los
Bancos centrales, como es el caso de que redes sociales como Facebook emitan su
propia criptomoneda ya que los usuarios harán micro pagos que se le escaparán a
los bancos centrales y se les complicará controlar la política monetaria. No se
sabe qué dinero se está moviendo, cómo se está moviendo y para qué. Tampoco se
sabrá cuánto dinero será necesario para hacer circular la economía para
alcanzar un determinado nivel de inflación (más información aquí). Estos aspectos son muy importantes
y por ese motivo, los reguladores de todo el mundo están poniendo muchas
restricciones. A nivel endógeno, la emisión de una divisa digital por un Banco
Central puede suponer la exclusión del
sistema de un ciudadano ya que si los gobiernos exigen un determinado comportamiento
ciudadano, quienes no lo cumplan, pueden quedarse excluidos de beneficios o
ayudas. Asimismo, habría que plantearse si sería necesario imponer una política
fiscal ya que no se conocen las divisas. Tampoco sería necesario una
declaración de la renta (información relevante aquí) porque los bancos sería conscientes de los ahorros de todos
los ciudadanos.
De esta manera, como se puede apreciar, la creación del
Bitcoin ha supuesto un cambio de paradigma financiero que traerá muchos
factores determinantes, tanto positivos como negativos para la economía. La
cuestión radica en si las acciones que tengan fines ilícitos y fraudulentos
podrán evitarse con una serie de medidas o estaremos ante un descontrol como el
que se generó por la invención de Internet.
Muy buena información, sabía muy poco de estos temas, estoy deseando ver más contenido así!
ResponderEliminarUn articulo muy interesante, me gusta investigar sobre las bitcoins pero suelo encontrar artículos en los que simplemente se habla de como obtener o minar estas criptomonedas pero este post contiene información tanto del origen como de su presencia actual y su importancia en nuestra sociedad.
ResponderEliminarMe ha parecido apasionante la redacción y muy interesante el tema, se habla muy poco de él y aquí lo he entendido muy bien. Gracias!!
ResponderEliminarGracias por el esfuerzo dedicado al artículo. He estado buscando información así por bastante tiempo y por mucho este es el mejor
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo! Tenía muchas ganas de leer algo así sobre este tema tan presente en la actualidad. Espero más contenido sobre criptomonedas, quizás con esta información me plantee invertir!
ResponderEliminarEste artículo es muy interesante, aporta una información clara sobre la problemática actual de las criptodivisas.
ResponderEliminarEste artículo es muy interesante, aporta una información clara sobre la problemática actual de las criptodivisas.
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